Sección coordinada y dirigida por Juan José Jiménez Pérez (Perito Agrícola)
Lo primero que debemos realizar, en caso de dudas, es
un análisis de suelo y subsuelo. El contenido óptimo de arcilla
debe estar entre 3-35% con un máximo del 50%, el de limos debe
estar entre 5-35% con un máximo del 45% y el de arena entre
45-75%.
Como línea general todos los terrenos son susceptible
de plantación con excepción de los suelos muy arcillosos
(vertisoles, bujeos o barros), los salinosos y los trias con
grandes acumulaciones de yeso.
El replanteo es primordial y no hay que escatimar
costos en ello. Con pendientes inferiores al 10% la orientación
idonea es de 16º Norte geográfico de la línea más espesa. Se
aconseja un marco de plantación de 8x6 en secano y 8x5 en
regadío. Siempre es aconsejable una calle de 8 m para que los
trabajos con grandes aperos sea posible.
En laderas con pendientes superiores al 10% se pondrá
la línea espesa perpendicular a la línea de mayor pendiente.
Con ello aseguraremos un soleo similar en las dos caras de la
línea del olivar.
Los plantones han de estar encargados con la
suficiente antelación para que en el momento de la plantación
tengan por lo menos un metro de desarrollo vegetativo o nueve
meses de vivero. Han de comprarse con certificado de calidad,
sanidad y variedad.
Una vez replantados se abriran los hoyos 1x1x0,6 o
0,8x0,8x0,6. Al realizar la excavación se ha de poner a un lado
la tierra vegetativa y a otro lado la tierra del subsuelo, dando
un golpe de pala a la tierra vegetativa para que caiga dentro del
hoyo.
La plantación se realizará siempre con la garantía
de que no vayan a caer heladas, cuando las mínimas estén
sobradamente por encima de 7 ºC y las máximas por debajo de 30
ºC para evitar una funesta deshidratación (a partir de San
José en Sevilla).
Los plantones liberados de la vasija, se ponen
directamente en el centro del hoyo alineados a las estacas guias
que en el replanteo se han dejado. Se deben plantar en la tierra
vegetal del interior del hoyo y aporcar con la misma dejando una
pileta sin rellenar para futuros riegos. Una vez plantados hay
que regarlos, independientemente que la tierra este húmeda o no,
para evitar la deshidratación del plantón.
Ponerle un buen tutor de 1,20 m de altura como mínimo
en el viento dominante y protegerlos de roedores, en caso que
hayan, con malla o saco de plástico perforado.
En Sevilla las variedades que siempre han tenido más
renombre y por ello se han venido usando para las plantaciones
como todos sabemos son las siguientes: En la Capital la Gordal,
la Manzanilla y la Zorzaleña. En el Aljarafe, además, de las
dos primeras se usa mucho la Verdial, muy recomendada como
plantón madre para injertar en los suelos arcillosos y algo
encharcadizos. En Morón la Manzanilla Morón que poco a poco va
desapareciendo como la Zorzaleña, la Durzal y el Rapazallo que
se plantaba en rodales con mucha arena con arcillas en subsuelo y
que practicamente han desaparecido. Cuando pasabamos de Carmona a
Osuna aparecian grandes plantaciones de Lechín, hoy también en
decadencia. Pasando Puebla de Cazalla para Aguadulce entramos en
el imperio de la Hojiblanca u Ojiblanca, aprovecho la ocasión
para decir, a mi pequeño entender, que es una tonteria lo que se
está haciendo en esta magnífica zona con su variedad autóctona
plantando Marteñas. No sé porque estamos plantando esta
variedad de aceituna en la zona de Estepa, posiblemente nos
arrepintamos cuando venga una helada en la primera o segunda
decena de marzo.
En la actualidad las variedades recomendadas para
plantaciones nuevas en la zona de Sevilla son Gordal sobre pie de
Verdial o Zorzaleño y Manzanillo para verdeo, con poco porvenir
para los próximos veinte años. Y para aceite Hojiblanco o
Arbequino y en casos extremos Verdial.